Las estrellas son objetos muy masivos y por tanto en su interior hay suficiente presión y temperatura para iniciar reacciones de fusión nuclear.
Esto provoca que su temperatura se incremente en su interior a temperaturas extraordinarias que se irradian hacia las capas del exterior. Allí estas capas alcanzan varios millares de grados (el sol 5000 K), esta temperatura irradia la mayor parte de energía en las frecuencias del visible, y así el cuerpo emite luz.
Los planetas satélites y otros cuerpos, tienen una masa muy pequeña y aunque puede que estén calientes ( la tierra tiene volcanes), no alcanzan ni por asomo las presiones y temperaturas necesarias para reacciones nucleares en su interior (por suerte en la tierra).
La temperatura de los planetas en su capa exterior varía mucho de unos a otros pero como mucho irradian en el infrarrojo lejano por lo tanto solo se ven si los ilumina luz visible proveniente de una estrella cercana
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